Cagliari, Martin Saba, 1623
Sermon predicado en la fiesta de la canonizacion de S. Ignacio y S. Francisco Xavier
Ambrogio Machin
Sale hoy nuestra madre la Iglesia gozosa, y ufana coronada con las flores, y virtudes de dos plantas las mas hermosas, y bellas, que en nuestros tiempos, y siglos, y aun en muchos se han descubierto en sus huertos, y jardines, dos resplandecientes estrellas, que entre la las de la primera, y mayor magnitud luzen en el firmamento de la celestial Ierusalem, y digo de mayor magnitud, porque el uno por serafin en nombre, y hechos, per Patrircha, y fundador de su religion insigne, y al otro por Apostol de Oriente seles deve señalado lugar entre los Serafines, que son las estrellas de mayor magnitud, y supremo coro, y ierarchia de la gloria, dos piedras preciosas, que engastadas en el oro de la caridad, y labradas con el cincel de la penitencia, y mortificacion, parecen lumbreras de su corona, que deslumbran los que las miran.